¿Sientes que estás floreciendo? ¿Quieres comenzar a hacerlo? Aquí te dejo una pequeña guía para que sepas qué es y unas pautas para lograrlo; junto a tu fuerza de voluntad y una sonrisa en la cara.
¿Qué predomina en tu vida el florecimiento o el languidecimiento?
El florecimiento es, por definición, un estado en el cual la persona tiene una intención y un propósito vital, con emociones predominantemente positivas. Para que se dé, debes presentar como mínimo tres de las siguientes características:
- Adecuada autoestima
- Optimismo
- Resiliencia
- Vitalidad
- Autodeterminación
- Relaciones positivas.
En el polo opuesto nos encontraremos con el languidecimiento, caracterizado por:
- Carencia de salud mental positiva
- Desidia
- Bloqueo
- Indiferencia
- Desesperación silenciosa.
No es necesario tener problemas vitales relevantes para tener una vida lánguida, de la misma manera, una persona puede tener problemas mentales y coexistir con un estado vital de florecimiento.
¿Dónde te encuentras actualmente? ¿Quieres modificar ciertas cosas de tu vida? ¿Eres feliz y quieres mantenerte en ese estado lo máximo posible? ¿Crees que llevas demasiado tiempo triste y sin interés por la vida? Es el momento de que tomes las riendas de tu vida, o de que sigas haciéndolo y fomentes todo aquello que te genera bienestar.
¿Cómo puedo comenzar un florecimiento o mantenerlo?
-Fija objetivos vitales claros y realistas, a corto y medio plazo, que fomenten tu autorrealización y tu bienestar.
-Detecta qué quieres que siga en tu vida y qué no.
– Rodéate de personas que te aporten, evita aquellas que te restan.
-Evita los planes, comportamientos o pensamientos que te perjudican y malgastan tu energía.
-Cuida tu cuerpo y tu mente (haz deporte, dedica tiempo a tus sentimientos, descansa, aliméntate correctamente…).
– Haz planes diarios que te aporten paz y felicidad (lee, canta, camina, llama a esa persona que hace tanto que no ves, ríe, ve al teatro…).