Muchas veces hablamos de bienestar y cada vez son más las personas que deciden buscar un mayor bienestar en su vida, pero… ¿sabías que hay dos tipos de bienestar?. Aquí te digo cuáles son y en qué consisten.
Bienestar hedónico:
Es el bienestar del que se suele hablar más a menudo, se caracteriza por la presencia de placer y ausencia de sufrimiento. Existe un equilibrio afectivo donde se obtiene como resultado un buen estado de ánimo.
¿Cómo puedo conseguir bienestar hedónico?. Esta es la suma que te va a llevar a él:
Satisfacción con la vida que vives + el componente emocional (alta frecuencia de emociones agradables y baja frecuencia de emociones desagradables) = Bienestar hedónico.
A un grupo/ comunidad/ familia/ lugar + tener y cuidar tu autocontrol+ buscar el crecimiento personal diariariamente + autoaceptarte = Bienestar eudaimónico.
Bienestar eudaimónico:
También llamado bienestar psicológico, es aquel que se da cuando se poseen y se desarrollan las virtudes, capacidades y los valores individuales, más que la satisfacción inmediata de deseos. Las personas con bienestar eudaimónico desarrollan todo su potencial y tienen un funcionamiento psicológico óptimo.
¿Cómo puedo conseguir bienestar eudaimónico? Esta es la suma que te llevará a él:
Tener diferentes propósitos + afrontar retos en tu vida + sentir que perteneces a un grupo/ comunidad/ familia/ lugar + tener y cuidar tu autocontrol+ buscar el crecimiento personal diariariamente + autoaceptarte = Bienestar eudaimónico.
Ambos tipos de bienestar están relacionados, así que si quieres fomentarlos o incorporarlos en tu día a día busca la forma de satisfacer tus necesidades básicas, incorpora metas coherentes con tus intereses, valores y necesidades diarias que te hagan evolucionar y crecer personalmente, fomenta un estado emocional positivo y lograrás un estado de bienestar completo (hedónico y eudaimónico).
Recuerda, tu bienestar depende de ti y hoy es un buen día para comenzar a fomentarlo.