En primer lugar, comenzar explicando que este trastorno en el DSM-5 (Manual donde se encuentra la clasificación oficial de los trastornos mentales) está dentro de los trastornos denominados “Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos”. Se incluye dentro de esta clasificación porque en el Juego Patológico se activan sistemas de recompensa similares a los que se activan con las drogas. Es decir, que las sensaciones corporales, psicológicas y comportamientos que se dan en una persona que tiene este trastorno, es similar a otra que tenga alguna adicción a una sustancia tóxica.
¿Cómo se da el juego patológico?
Cuando la persona que lo padece juega de manera persistente y recurrente, provocando un deterioro o malestar clinicamente significativo en su día a día. Debe presentar cuatro o más de los siguientes síntomas:
- Necesidad de apostar cantidades de dinero cada vez mayores.
- Se siente nervioso o irritado/a cuando intenta reducir o abandonar el juego.
- Ha hecho esfuerzos repetidos por controlar, reducir o abandonar el juego, sin éxito.
- Tiene la mente constantemente pensando en las apuestas (reviviéndolas, pensando cómo conseguir más dinero…)
- A menudo apuesta cuando se siente culpable, ansioso/a, con desasosiego, desamparado/a…
- Después de perder dinero un día apostando, suele volver al día siguiente para recuperarlo.
- Miente para tapar el grado de implicación en el juego.
- Ha puesto en peligro o perdido alguna relación importante/ empleo / carrera académica o profesional a causa del juego.
- Pide dinero a su entorno para aliviar su situación financiera desesperada provocada por el juego.
Perfil de los/as jugadores/as
Según la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), el número de usuarios/as activos en España en 2017 fue de 1.394.949 con un incremento anual de 7.01% jugadores/as. Siendo el 81.6% hombres y el 15% mujeres. Según la DGOJ el 81.6% de los/as usuarios/as tienen edades comprendidas entre los 18 y 45, en 2017.
La DGOJ establece que el 24.3% de los españoles no son jugadores, 69.4% son jugadores sin riesgo, el 4.4% jugadores en situación de riesgo, el 1% jugadores con problemas y el 0.9% son jugadores patológicos; como se explica en la siguiente tabla.
Desde estos datos podemos ver cómo a finales de este año 2019 la media de edad ha descendido,
generando con ello un elevado agravio y descontento ya no solo a las personas que lo padecen,
sino también a nivel social.
¿Qué tratamientos existen?
Actualmente, varios estudios controlados sugieren que los tratamientos psicológicos y las intervenciones farmacológicas combinadas son eficaces en la reducción de los síntomas de JP.
Los tratamientos psicológicos que se emplean son:
- Tratamientos para trabajar el comportamiento (Tratamientos conductuales): como la relajación, la desensibilización imaginada, el control de estímulos, etc.
- Tratamientos para trabajar a nivel cognitivo (Tratamientos cognitivos): Reestructuración cognitiva, prevención de recaídas, etc.
- Grupos de autoayuda: Jugadores Anónimos, apoyo emocional o espiritual, etc.
- Intervenciones breves: Biblioterapia, libro de ejercicios, etc.
- Terapia familiar: Principios conductuales de refuerzo aplicados por la familia
¿Cómo podemos ayudar a alguien con TP?
- Debes comprender que está sufriendo una enfermedad, así que busca toda la información que puedas sobre dicho trastorno para que entiendas mejor tanto la situación como a la persona.
- No juzgues, los juicios no os permiten avanzar; solo os van a limitar.
- Proporciónale alternativas profesionales: busca centros y profesionales donde le puedan brindar la ayuda que necesita. Cuanto antes se comience a trabajar sobre el trastorno antes se comenzará a obtener buenos resultados.
- Motívale para el cambio.
- Busca actividades de ocio saludables.
- Dale tu apoyo. Como cualquier enfermo necesita cuidado y atención, proporciónasela.