Según el Colegio Oficial de Psicólogos y atendiendo al Decreto-ley aprobado el año pasado, desde el día 3 de agosto de 2018 el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto-ley de medidas urgentes para el desarrollo del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, lo cual afecta a los procedimientos e implicaciones de la labor de los/as psicólogos/as en este ámbito.
De este modo, el COP (Colegio Oficial de Psicólogos) asegura que a partir de la aprobación de este Real Decreto, los menores que han sido expuestos a la violencia de género solo deberán informar para recibir atención psicológica, no requerirán el consentimiento del progenitor acusado o condenado. Los/as que tengan 16 o más años será necesario también que ellos/as mismos/as quieran recibir dicha atención.
De esta manera no debe ser una decisión común en el ejercicio de la patria potestad el hecho de que el/la menor reciba atención y asistencia psicológica en el momento en el que alguno de los progenitores esté inmerso en un proceso penal por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro progenitor o de los hijos/as de ambos.
Existen algunos cambios de este Real Decreto-ley que afectan a la labor del psicólogo/a en éste campo:
- Por un lado, los/as psicólogos/as que trabajan en las administraciones locales pasan a estar respaldadas por completo por la ley para asistir a las víctimas de violencia de género.
- Por otro lado, los informes aportados por los psicólogos/as de servicios sociales, servicios especializados o de servicios de acogida destinados a víctimas de violencia de género de la Administración Pública competente, podrían empezar a considerarse válidos para acreditar que la persona está sufriendo violencia de género y tener acceso así a los derechos que establece la legislación vigente. Aunque este último punto actualmente no se ha regulado.
Si bien es cierto que no se avanza a grandes pasos, es importante que no se dejen de dar dichos pasos en el campo de la violencia de género y que los profesionales de la psicología podamos acompañar, fomentar y ayudar en todo lo que esté en nuestra mano.