Te cuesta decir que no, cuando estás en público no te gusta ser el centro de atención, la vergüenza y los miedos a veces te limitan al intentar relacionarte, te bloqueas al intentar explicarte o lo haces de manera demasiado impositiva, sueles acumular hasta que explotas etc. Todo ello refleja que puede ser conveniente trabajar tanto tu autoestima como tú nivel de habilidades sociales. Pero cada caso es un mundo ¿analizamos el tuyo?.